¿Cuánto te pagaron por renunciar a tus sueños? – Motivación!

Bienvenidos a VerTutoriales.com, está claro que cualquier emprendedor lucha por un motivo, pero el emprendedor nativo es el que de siempre ha querido hacerlo, hoy en día hay más emprendedores por necesidad a causa de la situación económico-laboral existente en el país, pero sea como sea, son luchadores que creen en lo que hacen.

Una cosa está clara, ya que vamos a emprender, hagámoslo haciendo aquello que siempre quisimos hacer, y realizo la siguiente cuenta que me gusta exponer para explicar la importancia de trabajar en lo que a uno le gusta.

Trabajamos una media de 8 horas diarias, eso es un tercio del día que tiene 24 horas, otras 8 horas son para dormir, lo cual nos deja 8 horas para disfrutar, pero si quitamos desplazamientos, horas de comida y más momentos no usables… posiblemente nos queden 4 o 5 horas de disfrute al día en el mejor de los casos que deberían de utilizarse para hacer algo de ejercicio, quedar con l@s amig@s y familiares y realizar cualquier actividad que nos guste.

Pero volviendo al tercio laboral, al ser un tercio del día si lo dedicamos a hacer algo que no nos gusta, incluso que nos irrita o nos crea malestar, imaginad que trabajamos 60 años, nos pasaríamos 20 años de nuestra vida amargados y sin ánimo de nada, con lo que estoy seguro que se reflejaría en nuestra vida personal y de las 4 o 5 horas que tenemos libres, terminaríamos amargando a los que en realidad deberíamos de dedicar tiempo para disfrutar.

Para apoyar el cambio, os traigo un fragmento de la película Up in the air, la pregunta es contundente: «¿Cuánto te pagaron por renunciar a tus sueños?«, el dejar para mañana algo que en realidad tenemos pensado hacer y al final nunca hacemos por que no encontramos tiempo. La experiencia me ha enseñado que el momento es ahora y si quieres hacerlo solo tienes que empezar a caminar e ir viendo las dificultades que se presentan.

Hay quien opina que es mejor sopesar los imprevistos y luego ponerse a caminar, pero pienso que el camino se conoce andando y cuando empiezas a planear, el plan puede inflarse tanto que no puedas ni cogerlo. Así que solo quedaría decir una cosa.  Ponte a trabajar sobre tu sueño! ¿Qué haces aún leyéndome?